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| Francmasonería en Rumanía |
| (2009-05-05) |
| Última actualización: 2009-05-05 8:55 EET |
El movimiento inicial de creación de una gran logia nacional rumana tuvo lugar en vísperas de la unión de 1859 y un papel muy importante fue desempeñado por la logia Steaua Dunării (Estrella del Danubio), creada en 1857. Pero los intereses políticos detuvieron a los masones en la segunda década de los ’50. Dichas acciones unilaterales podrían haberles puesto en peligro sus objetivos y en este sentido podríamos decir incluso que la logia fue congelada. Después de la llegada de Carol y después de que Alemania haya salido vencedora de la guerra contra Francia, entre 1870-1871, el movimiento de emancipación de la masonería rumana y su salida de las influencias francesa e italiana se acelera.
Sobre la historia de la francmasoneria rumana y sobre la emancipación de la segunda mitad del siglo 19 nos habla a continuación Radu Comănescu, historiador de la masonería.
“La logia „Înţelepţii din Heliopolis” (Los sabios de Heliopolis) se convierte en el principal actor en este período. Era una logia sumamente poderosa, desarrollaba una actividad social notable, que no fue igualada hasta hoy en día: administraba asentamientos de caridad, escuelas, hospitales, partocinaba diferentes acontecimientos. Por ejemplo, patricinó los libros de Haşdeu, patrocinaba la cultura rumana. Entre los representantes de dicha logia cuentan personalidades como Carol Davila, uno de los capitanes que había destronado a Cuza, más exactamente Anton Costiescu, quien se convirtió en una de las figuras más representativas de la masonería rumana. El mismo, junto con Costache Moroiu y Ştefan Şoimescu, los tres militares, son los que van a poner las bases de la masonería rumana.”
Entre 1871 y 1877, las logias rumanas ponen a prueba las reacciones del Gran Oriente de Francia, El Gran Oriente de Roma y, más tarde, el Gran Oriente de Italia frente a las tendencias separatistas. Auguste Carance, quien había creado la logia “Los sabios de Heliopolis”, estaba en contra de la creación de una logia nacional rumana. En 1874 denuncia a Costiescu con el Gran Oriente de Francia a causa de su intento de iniciar a varios rumanos en la masonería. En 1879, Costache Moroiu iba a traer la obediencia portuguesa, El Gran Oriente Lusitano, estratégicamente para salir de la tutela francesa y, más tarde, de la italiana y obtener el permiso de desarrollar su actividad. Pero la guerra de 1877, que trajo la independencia de Rumanía detuvo por un tiempo la emancipación de la masonería rumana.
Nuevamente ante los micrófonos de RRI, Radu Comănescu.
“En 1877, cuando empieza la guerra de independencia, todas las logias entran en una etapa de inactividad y deciden donar todas sus finanzas a la Cruz Roja. Las mismas van a reanudar su actividad en 1878, cuando Rumanía llega a ser un estado independiente y empieza la edificación de una masonería independiente. La misma contó con la aprobación del rey no solo porque suponía la soberanía nacional masónica, sino también porque suponía la salida de las influencias francesas, los que coincidía con los intereses del rey. En 1883, Carol I lograba introducir Rumanía en el tratado de los Poderes Centrales, apartándola de la alianza tradicional con Francia.
La creación del Comité Central Masónico, en 1878, representó el movimiento final de emancipación de la masonería rumana. En 1879 fue creada la logia El Gran Oriente según modelo franés, y un año más tarde, en 1880, fue creada la Gran Logia Nacional Rumana.
A continuación, Radu Comănescu nos describe el ambiente candente en que nació la misma.
“Es como una lucha que termina bastante raro, a la vez con la aparición de un personaje que no había centrado la atención de nadie, la aparición de un militar, Costache Moroiu. Se había evidenciado durante la guerra de independencia, por haber luchado heróicamente. Era un nacionalista empedernido y es interesante observar que la masonería rumana tiene como fundador a un personaje ultranacionalista, integrante de la Alianza Anti Israelí, organizador de un congreso en contra de los judios, en 1886, en Bucarest. A los que denominan la masonería “judiomasonería” les aconsejo analizar quién fue el que puso las bases de la Gran Logia Nacional Rumana.
Por lo tanto, el primer gran comandante de la Gran Logia Nacional es Costache Moroiu. Pero la nueva masonería rumana tendría características bastante raras: creada por militares, se vuelve nacionalista, cristiana, adepta a la realeza y al antisemitismo, en cierta medida, contraria al espíritu masónico existente en Europa.
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