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Rivalidades en la historia de Rumanía - Dey y Patrascanu |
(2007-05-14) |
Última actualización: 2007-05-14 18:44 EET |
En una sociedad democrática las rivalidades son algo normal. De las confrontaciones de ideas, partidos y hombres políticos, ganan los más convincentes. El vencedor recoge los laureles, el vencido se contenta con el orgullo de la lucha librada en los términos de una competencia correcta.
En un régimen totalitario las rivalidades políticas quedan bajo el espectro de totalmente otras reglas y especialmente, de otras finalidades. A saber, de la elección entre vida o muerte. Durante el nazismo y el comunismo el vencedor se llevaba todo, mientras que el vencido pagaba en la mayoría de las veces con la vida el atrevimiento de haberse opuesto.
EL PCR instauró en la historia de Rumania la rivalidad total, la lucha contra el enemigo hasta la aniquilacion del mismo. El modelo de la destrucción del enemigo, inaugurado por la Revolución francesa y confirmado por la Rusia soviética fue practicado a amplia escala tanto en contra de los adversarios políticos, como en contra de los amigos ideológicos que contestaban la autoridad del líder. Tanto en el período de entreguerras como en el período en que estuvieron al frente de Rumania, los líderes comunistas destacados se exterminaron mutuamente en la lucha por el poder. Uno de los casos más conocidos lo representó la lucha entre Gheorghe Gheorghiu Dej y Lucretiu Patrascanu concluida con la victoria del primero y la liquidación del segundo.
Nuestro invitados de hoy es el historiador Dorin Dobrincu del Instituto de Historia “A D Xenopol” de la ciudad de Iasi, quien nos hablará de la conducta política del PCR entre los aňos 1920-1945.
” El Partido Comunista Rumano, creado en 1921 mediante un golpe intestino en el seno del Partido Socialista, fue en el período de entreguerras lo que denominamos una “ secta” política, es decir una agrupación política al margen de la vida política rumana. Dependía estrictamente de Moscú e importaba no sólo la ideología, sino también las prácticas de la ex Unión Soviética. En el período de entreguerras hubo varias rivalidades en el interior del partido que se agudizaron en el momento en que se perfilaba la ocupación de Rumania por parte del Ejército Rojo. En el período 1941-1944, una gran rivalidad surgió en el partido entre Dej y Stefan Foris, el líder a justa razón del PCR. Gh. Ghjeorghiu Dej tramó la liquidación infame de Stefan Foris, mandando que éste fuera asesinado por el célebre agente soviético Pantiusa Bodnarenko quien le partió la cabeza con una barra a Foris y luego lo enterró debajo del entablado de un edificio de Bucarest. Este bandolerismo iba a repetirse posteriormente en el caso de otro líder comunista, Lucretiu Patrascanu.”
Gh Gheorghiu Dej fue sin lugar a dudas el gran vencedor en los conflictos que tuvo en el seno del PCR. Después de liquidarle a Foris, en 1952, Dej neutralizó también al grupo encabezado por Ana Pauker, Vasile Luca y Teohari Georgescu, aislándoles de la vida pública. Con respecto al conflicto Dej- Patrascanu, Dorin Dobrincu ha insistido en las diferencias fundamentales de tipo humano entre los dos.
” Obviamente eran dos tipos humanos distintos. Dej procedía de un medio obrero, aunque era un medio de obreros de elite. Era electricista calificado, se había ganado cierta experiencia en las plantas Grivita y había ejercido todas las prácticas conocidas dentro del PCR. Se formó un grupo muy fuerte y era ávido de poder. Había aprendido un poco de ruso de los agentes soviéticos que había conocido en las cárceles y era animado por el deseo de perfeccionarse en la ideología comunista.
Del otro lado, Patrascanu era un intelectual auténtico, procedía de una una buena familia y había asimilado las ideas socialistas desde joven. Tenía muy buenas relaciones en la sociedad rumana. La implicación del partido comunista en el golpe de estado del 23 de Agosto de 1944 por intermedio de Patrascanu se hizo especialmente debido a los lazos personales del mismo con el Palacio Real. El hecho de que Patrascanu emitió pretenciones al liderazgo del partido le hizo antipático, especialmente por ser un comunista atípico para Rumania. En la historia del PCR no hubo demasiados intelectuales. El modo de ser de Dej y el hecho de que Patrascanu le miraba con condescendencia no hicieron más que enfurecerle al primero. Inmediatamente después del 23 de agosto de 1944 las animosidades entre los dos salierion a la luz. Durante los mitines de 1945-1964 la rivalidad entre los dos era obvia. En uno de los mitines, ambos hicieron uso de la palabra, momento en el cual Patrascanu iba a decir “ este hombre me va a matar un buen día.”
Algunos historiadores interpretran de manera partidaria el conflicto Dej -Patrascanu a favor del último. Dorin Dobrincu tiene otra opinión
” Patrascanu fue un comunista convencido, él mismo desempeňó cargos importantes en el PCR y en los gobiernos postbélicos, fue ministro de Justicia entre 1944- 1947. Patrascau puso en práctica toda una serie de depuraciones, de reformas comunistas de la justicia e hizo todo esto con un entusiasmo aparte. A largo plazo, es una ironía de la historia, porque Patrascanu iba a caer víctima de sus propias quimeras. Ya sabemos al cabo de tres siglos de manifestaciones revolucionarias, que las revoluciones devoran a sus hijos. Igualmente ocurrió con Patrascanu.”
En abril de 1948, Patrascanu fue detenido por orden de Dej. Fue investigado por una comisión de partido formada por Teohari Georgescu, Iosif Ranghet, Alexandru Draghici y por Dej mismo, con asistencia soviética. Los soviéticos necesitaban de procesos públicos en que fueran implicados intelectuales, tal como habían sido Laszlo Rajk en Hungría, Rudolf Slanski en Checoslovaquia y Teajko Kostov en Bulgaria. Dorin Dobrincu nos cuenta el final del conflicto entre Dej y Patrascanu
” Patrascanu era la víctima perfecta para Rumania. Era un intelectual, tenía impulsos burgueses, era sospechado de mantener lazos con los partidos burgueses de Rumania, con los cículos occidentales. Era acusado de nacionalismo, se le atribuyeron varias declaraciones como la de Cluj en 1946 cuando dicen que hubiese afirmado, (citamos): “ antes de ser comunista soy rumano” La encuesta, larga y sinuosa duró hasta 1954. En 1953 falleció Stalin y se produjo cierto deshielo en la política de Kremlin que provocó cierta confusión entre los comunistas rumanos. Dónde interviene la ironía? Si durante 6 aňos, entre 1948-1954, los comunistas rumanos al frente con Dej no habían logrado poner en práctica la liquidación de Patrascanu, lograron hacerlo en 1954. Dej temía a que Patrascanu representara la solución reformadora. Si hubiera sido liberado de la cárcel por orden de los soviéticos, tal vez le habría eliminado a Dej. Entonces, Dej urdió la liquidación rápida de Patrascanu. Entre el 6 y el 13 de abril, en Bucarest, Patrascanu fue juzgado a puertas cerradas, aunque Dej hubiera deseado un proceso espectaculo, con público. Patrascanu entró en la sala con una pierna amputada, y tuvo una actitud violenta en contra de los jueces. Fue condenado a la muerte y ejecutado en Jilava con un disparo en la nuca.
En 1968, Nicolae Ceausescu, el sucesor de Dej, le rehabilitó a Patrascanu condenando a su asesino. La explicación para este gesto fue nuevamente la lucha por el poder en el interior del partido. Ceausescu trataba de legitimarse como remediador de las injusticias del pasado y fundador de un estilo nuevo de hacer política.La rivalidad Dej -Patrascanu es una representativa para el estilo comunista de idear y practicar la politica: el vencedor se lleva todo y el vencido se tiene que morir.
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