Subscripción newsletter RRI
(dirección de correo):
|
 |
Arhiva :
|
 |
Eficiencia en la economia planificada |
(2011-05-02) |
Última actualización: 2011-05-09 10:22 EET |
La economia planificada fue una realidad del socialismo.Los ideólogos de la economía planificada ambicionaban eliminar los inconvenientes de la economía liberal de mercado, considerada el fundamento de la iniquidades sociales y de la explotación. En teoría todo estaba bien para la pléyade de partidarios de la planificación y se creía que en la práctica, una vez cambiado el orden político y la forma de propiedad su funcionamiento perseguiría una meta noble: el reparto más justo de la renta nacional.
Lejos de ser una forma superior, la teoría planificada en la economía real significó una baja de todos los parámetros. Y no se trató sólo de las economías de los estados ex socialistas. Después de la segunda guerra mundial, varias líneas directrices aplicadas en Gran Bretaña, Francia, Italia y en otros países dieron resultados débiles y fueron abandonadas. Una de las explicaciones fue la baja eficiencia y la falta de responsabilidad de las personas nombradas a la cabeza de las unidades productivas.
En Rumania, la eficiencia económica muy reducida fue más obvia cuando, a mediados de los años 1960, fue iniciada una política de inversiones que perseguía desarrollar la industria.. Responsable de la planificación económica era el Comité de Estado de la Planificación, organismo que tenía derecho a controlar toda la actividad económica junto con los ministerios de especialidad. En teoría, la economía planificada reclamaba que el estado se implicara activamente, pero en la práctica había instituciones paralelas que a menudo se incomodaban mutuamente en la toma de decisiones, lo que acrecentaba la ineficiencia. En el año 2001, Maxim Berghianu presentó para el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, un caso, entre muchos otros, de ineficiencia económica y derroche de tiempo y recursos, a saber el caso del Complejo Siderúrgico de Galati, construido entre 1965 y 1967.
Como dirigía yo entonces el Comité de Estado de la Planificación, me ocupé personalmente de la plataforma siderúrgica de Galati junto con todos los ministros cuya actividad tenía que ver con la siderurgía, la energía, los metales, las construcciones de maquinaria y los materiales de construcción. Mensualmente, a Galati iba un vice primer ministro que establecía qué se tenía que realizar hasta el próximo mes. Una vez, fui solamente yo, por supuesto que con el visto bueno de Ceausescu y leí todas las actas donde estaban consignados los análisis y las medidas a tomar. Y me di cuenta de que eran idénticas. Los mismos problemas, los mismos plazos, sin que nadie estuviera cargado con la responsabilidad. Y todo se cerraba con una cena festiva hasta la próxima visita.
Los mismos problemas se repetían, los mismos plazos se establecían y no se observaban, y nadie se asumía la responsabilidad porque los puestos ejecutivos estaban en manos de personas nombradas sobre criterios políticos. De modo que el resultado no podía ser más que negativo. Maxim Bergianu reconoce que parte de la culpa la tenía la dirección de entonces de la economía planificada,
Por supuesto que se cometieron errores al nivel del Comité de Estado de la Planificación. Toleramos demasiado la división de las inversiones. Había una enfermedad generalizada, especialmente en la química , en la metalurgia, en las construcciones de maquinaria. Todos querían aprovecharse de un número cuanto mayor de fondos de inversiones para realizar un número mayor de objetivos. Alrededor de tres cuartas partes de los fondos de inversiones fueron captadas por estos sectores. Lo peor es que las inversiones no se realizaban conforme con un plan previo. Cuando nos dimos cuenta e hicimos un cálculo vimos que los miles de millones que habían sido invertidos en las importaciones yacían en utillajes almacenados que no producían nada y además se degradaban y ello porque los propios objetivos industriales no habían sido finalizados.. Fue un derroche de esfuerzo y fondos y todo se repercutía en ineficacia porque no producían y no creaban renta nacional. Paulatinamente los pusimos en marcha y pudimos negociar seriamente con nuestros socios porque a diferencia de ellos, teníamos esta industruia de chapas y aceros especiales.
Aunque algunas de las dificultatades fueron superadas, muchas inversiones fueron atrasadas y la baja eficiencia siguió siendo una de las enfermedades crónicas del sistema. Esta producción industrial en existencias, con grandes costes de producción y energía, condujo también a una baja eficacia de una economía centralizada, la realidad en el terreno siendo muy distinta a los informes que llegaban a las mesas de los dirigentes comunistas.
(Steliu Lambru; trad. Rodica Popa)
|
|
|
WMA |
|
64kbps : |
1
2
3
|
|
128kbps : |
1
2
3
|
|
MP3 |
|
64kbps : |
1
2
3
|
|
128kbps : |
1
2
3
|
|
AAC+ |
|
48kbps : |
1
2
3
|
|
64kbps : |
1
2
3
|
 Mascota istorica a
RRI
|